miércoles, 15 de diciembre de 2010

La vida misma.

Hay momentos en los que te encantaría desaparecer del maldito planeta. Que dejarías todo por un momento, solo quieres unos minutos de pleno silencio y tranquilidad olvidarte de todos tus  PEQUEÑOS problemas. Olvidarte de los gritos de tu familia quejándose por todo lo que haces o dejas de hacer, por aquella persona que cada día odias más, que cada día te hace sufrir o incluso de las personas que tanto quieres y que cada día te das cuenta de cuantos las necesitas a tu la lado.
Ojalá existieren esos momentos de silencio y paz todos los días, ojalá pudieras desahogarte más a menudo, o hacer como en las típicas películas tontas americanas con una gran helado y una gran película tristona y ñoña y hartarte de llorar durante toda la noche.
Pero lo mejor de todo es que en los días siguientes piensas que tontería, hace nada estaba llorando y queriendo y desaparecer y ahora sólo quiero reírme y estar con toda le gente que quiero hasta con las que personas que no aprecio todo lo tan bonito y maravilloso.
Es por eso que se dice que la vida da muchas vueltas, que la vida te cambia cuando menos te lo esperas y que después de la tormenta sale el sol. Por eso nunca hay que rendirse y tirar la toalla por muy mal que te vaya.


Too Much Love Will Kill You. Queen.